Los mandamientos de la Iglesia
El Catecismo de la Iglesia Católica nos explica que los 5 mandamientos de la Iglesia se sitúan en la línea de una vida moral referida a la vida litúrgica y que se alimenta de ella.
“El carácter obligatorio de estas leyes positivas promulgadas por la autoridad eclesiástica tiene por fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral, en el crecimiento del amor de Dios y del prójimo”.
Dones del Espíritu Santo
Los dones del Espíritu Santo son las gracias o manifestaciones que recibimos los creyentes. En la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo tiene un protagonismo similar al de Dios Padre o al de Jesucristo, y se hace presente en la vida de la Iglesia de muchas formas distintas.
Como puede verse en la presencia del Espíritu en la Biblia, los dones del Espíritu Santo son muchos y muy variados, sin embargo los que nombramos como los 7 dones del Espíritu Santo son el listado que los Padres de la Iglesia comentaron desde los primeros siglos, y que están basados en una lectura de Isaías (Isaías 11,2)
¿Cuáles son los frutos del Espíritu Santo?
De forma similar a los conocidos como «dones», hablamos de unos frutos del Espíritu Santo, que son características humanas que podemos ejercer y perfeccionar gracias a la presencia del Espíritu en nuestra vida.
El listado de los conocidos como frutos del Espíritu Santo se toma de la carta de Pablo a los Gálatas:
El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio propio.
Gálatas 5, 22-23
Los listados tradicionales recogen 12 frutos del Espíritu, basándose en una traducción antigua que desdoblaba algunos de estos frutos: caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia, castidad
Los dones del Espíritu en el Antiguo Testamento
Son muchas las citas del antiguo testamento que nos relatan las acciones del Espíritu Santo.
Destaca la cita del libro de Isaías que describiendo el efecto del Espíritu Santo sobre el Mesías, enumera los dones del Espíritu Santo tal y como los conocemos.
Se posará sobre él el espíritu del Señor, el espíritu de sabiduría y entendimiento, espíritu de consejo y fortaleza, el espíritu de conocimiento y temor del Señor.
Isaías 11, 2
La cita de Isaías solo recopila seis dones, al igual que ocurre con la cita de la carta de Pablo a los Gálatas, la tradición de la Iglesia se basó en una traducción anterior y menos exacta para enumerar los siete dones, incluyendo la piedad, que no aparece en este texto.
Los dones del Espíritu en el Nuevo Testamento
A lo largo de los libros del Nuevo Testamento son muchas la citas que nos hablan de la acción del Espíritu Santo en los creyentes. Cuando hagamos la descripción de tallada de cada don incluiremos más citas, pero destacamos aquí:
El Espíritu Santo os enseñará en aquella hora qué es lo que hay que decir
Evangelio de Lucas
El viento sopla donde quiere y oyes su voz… Así es todo el que ha nacido del Espíritu
Evangelio de Juan
Y yo rogaré al Padre y os dará otro Paráclito para que esté con vosotros siempre: es el Espíritu de la verdad
Evangelio de Juan
A nosotros, en cambio, Dios nos lo reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, incluso las profundidades de Dios
Primera carta a los Corintios
La carta de Pablo a los Romanos contiene una serie de capítulos dedicados al bautismo y la vida en el Espíritu.
Otras listas de dones
Como comentábamos la lista de dones podría ser diferente según las citas en las que nos fijemos. En el Nuevo Testamento encontramos varias citas con otras posibles listas de dones. Veamos algunos ejemplos:
Usemos los dones diversos que poseemos según la gracia que nos han concedido: por ejemplo, la profecía regulada por la fe, el servicio, para administrar; la enseñanza para enseñar; el que exhorta, exhortando; quien reparte, con generosidad; el que preside, con diligencia; el que alivia, de buen humor.
Romanos 12,6-8
Uno por el Espíritu tiene el don de hablar con sabiduría, otro según el mismo Espíritu el hablar con penetración, otro por el mismo Espíritu la fe, otro por el único Espíritu carisma de sanaciones, otro realizar milagros, otro profecía, otro discreción de espíritus, otro hablar lenguas diversas, otro interpretarlas.
Primera Corintios 12,8-10
Cada uno, como buen administrador de la multiforme gracia de Dios, ponga al servicio de los demás el carisma que haya recibido. Si habla: como si pronunciara oráculos de Dios; si sirve: como con la fuerza que Dios otorga; de modo que en todo sea glorificado Dios por medio de Jesucristo.
Primera carta de Pedro 4,10-11
Los 7 dones del Espíritu Santo, detalle de su significado
Los Sacramentos
Los Sacramentos de la Iglesia y el Sacrificio Eucarístico son el centro de la vida litúrgica cristiana, de acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica.
VIRTUDES TEOLOGALES Y CARDINALES
Virtudes teologales
Son tres: fe, esperanza y caridad. Fueron infundidas por Dios en nuestra alma el día de nuestro bautismo, pero como semilla, que había que hacer crecer con nuestro esfuerzo, oración, sacrificio.
Fin de las virtudes teologales: Dios nos dio estas virtudes para que seamos capaces de entrar en diálogo con Él y actuar a lo divino, es decir, como hijos de Dios, y así contrarrestar los impulsos naturales inclinados al egoísmo, comodidad, placer. Con estas virtudes podemos ser santos. Es más, gracias a ellas podemos entrar en comunión con Dios que es la Santidad misma.
Características de las virtudes teologales
- Son dones de Dios, no conquista ni fruto del hombre.
- No obstante, requieren nuestra colaboración libre y consciente para que se perfeccionen y crezcan.
- No son virtudes teóricas, sino un modo de ser y de vivir.
- Van siempre juntas las tres virtudes.
VIRTUDES TEOLOGALES
VIRTUDES CARDINALES
Se llaman cardinales porque son el gozne o quicio (cardo, en latín, significa gozne) sobre el cual gira toda la vida moral del hombre; es decir, sostienen la vida moral del hombre. No se trata de habilidades o buenas costumbres en un determinado aspecto, sino que requieren de muchas otras virtudes humanas. Estas virtudes hacen al hombre cabal. Y sobre estas virtudes Dios hará el santo, es decir, infundirá sus virtudes teologales y los dones del Espíritu Santo.
Al igual que en las virtudes teologales, también Dios puso como semilla en nuestra alma estas virtudes cardinales y dejó al hombre el trabajo de desarrollarlas a base de hábitos y voluntad, siempre, lógicamente, movido por la gracia de Dios.
Estas cuatro virtudes son como remedio a las cuatro heridas producidas en la naturaleza humana por el pecado original: contra la ignorancia del entendimiento sale al paso la prudencia; contra la malicia de la voluntad, la justicia; contra la debilidad del apetito irascible, la fortaleza; contra el desorden de la concupiscencia, la templanza.
PECADOS CAPITALES Y VIRTUDES PARA VENCERLAS
Pecados Capitales | Virtudes |
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1. Contra la SOBERBIA | Humildad |
2. Contra la AVARICIA | Generosidad |
3. Contra la LUJURIA | Pureza |
4. Contra la IRA | Paciencia |
5. Contra la GULA | Templanza |
6. Contra la ENVIDIA | Caridad |
7. Contra la PEREZA | Diligencia |